4 de agosto de 2009

Watch the world burn


Quizás deba dejar de hablar un poco de mí, y hablar de él.

Como ya dije, su nombre es Marcelo, hoy director ejecutivo de una importante empresa multinacional, por aquel entonces gerente de compras.

El 28 de julio de 1997 volvía a su casa, luego de una intensa jornada laboral que se extendió algo más de lo corriente.

Su día había sido normal, con los típicos inconvenientes burocráticos de toda empresa, sin que nada extraordinario le pasara, hasta ese momento.

Conducía su Fiat Fiesta negro recién comprado por las calles suburbanas, cuando al llegar a una esquina vió pasar un 504 rojo a alta velocidad.

Estaba detenido en el semáforo cuando un estrepitoso chirrido de neumáticos, seguido por el sucesivo sonido de vidrios rompiéndose y metal estrellándose contra el concreto cemento de un muro lo sobresaltó repentinamente.

Bajó rápidamente de su auto y corrió los 70 metros que lo separaban del lugar del accidente.

Entonces vió el 504 amasijado contra la pared, la trompa aplastada como un acordeón, el baúl abierto, los vidrios astillados del parabrisa y una mujer joven inconciente y sangrando contra el volante.

En una fracción de segundo pensó en sacarla del vehículo pero aún antes de terminar el pensamiento comprendió que hacer eso podía ser contraproducente.

Tomó el novedoso Star-tac que acababan de darle en la empresa y marcó el número de emergencias.

Luego de algunos minutos que le parecieron eternos llegó la ambulancia, explicó lo que había visto, los enfermeros sacaron a la mujer de entre los hierros retorcidos del vehículo y la subieron a una camilla, pidió que le dijeran a que hospital la trasladaban y volvió a su automóvil para dirigirse hacia allí.

Al llegar ya habían ingresado a la accidentada y se dirigió a la recepción, contó quién era y preguntó por el estado de la chica pero le dijeron que todavía no se sabía nada, que tenía que esperar.

Preso de una creciente angustia -que se apoderaba rápidamente de su persona- y sin saber las razones exactas de tamaña preocupación por una desconocida, decidió (en realidad no puede llamarse decisión a algo que se hace sin cuestionarse ni pensar en las consecuencias) aguardar lo necesario hasta tener alguna información por parte de los médicos.

Sentía que algo estaba a punto de cambiar en si vida, que la rutina diaria a la que estaba sometido hace años acaba de romperse con aquel desgraciado suceso.

Que por algo se había demorado un poco más en la oficina y había llegado al lugar en el momento exacto para ser el único testigo de la tragedia y poder intervenir en el destino de la víctima.

Quería (y sentía que no tenía otra alternativa) seguir por ese camino hasta el final, sin importar las consecuencias, había comenzado un camino nuevo que despertaba en él sensaciones desconocidas.

Algo nuevo había nacido y crecía en su interior.



Banda de sonido: Watch the world burn - The Dark Knight Soundtrack

2 comentarios:

  1. Imagino que Marcelo fue un apoyo enorme para vos. Me gustaría saber quién es en tu vida hoy... ¿Y tu familia?
    Supongo que es parte de la historia que has decidido compartir en este espacio, así que no es necesario que respondas :). Simplemente hago palabras las preguntas que surjen en mi mente (creeme que no todas, si no, no termino más, jeje).

    Beso!

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  2. Pues tu imaginación está muy bien encaminada obviamente, pero tiempo al tiempo y paciencia (mucha je), ya llegaremos al presente...
    Te aclaro por las dudas que todas tus preguntas serán leídas y bienvenidas, aunque no necesariamente respondidas :(
    Gracias por leerme!!!
    Besos

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