13 de agosto de 2009

The darkside


Como quizás ya suponen, mientras recuperaba fragmentos de recuerdos, Marcelo continuó cerca mío, apoyándome.

Creo que es necesario aclarar que durante la primera etapa de internación y recuperación ambulatoria yo no lo quería a mi lado, el enojo provocado por mi división interna escupía hacia el exterior lo peor del ser humano, o quizás eso era lo único que llenaba mi vacío en ese entonces.

Así me comporté durante mucho tiempo como una persona insensible, desesperanzada, frustrada, amargada, odiosa e insoportable para los que tuvieran que tratarme, mi lado oscuro me dominaba por completo.

Eché innumerables veces a Marcelo de mi habitación esgrimiendo todos los motivos que se les puedan ocurrir, casi en su totalidad falsos e inexistentes.

Soportó todas y cada una de mis explosiones y aún cuando yo le decía que no tenía porqué hacerlo, que no abrigaba ninguna obligación para conmigo, que era penoso que se dejara humillar por alguien detestable como yo y que si algo de sangre corría por sus venas y conservaba un poco de autoestima, debía mandarme al demonio y dejar que me pudra en ese hospital para siempre, él una y otra vez me contestaba que no era mi culpa ser así, que ese no era mi verdadero yo, que era producto de la fractura interna que había sufrido mi alma, que él sabía y estaba completa y absolutamente seguro que mi esencia no era esa.

A pesar su insistencia, yo no podía aceptar sus palabras por la simple y concreta realidad de sentir permanentemente presente en mi interior la fractura de mi ser.

Sólo cuándo por primera vez capté el reflejo de la niña perdida en mi mente y sentí la suavidad de su pequeño ser, un ínfimo destello encendió la parte apagada de mi persona y silenciosamente algo se activó y puso en funcionamiento una muy lenta fusión entre el pasado dulce y lejano con el presente frío y rocoso de mi alma.

Fue recién entonces cuando las palabras de Marcelo dejaron de rebotar sin sentido en el hueco vacío de mi corazón y comenzaron a cobrar algún significado.

Todavía no creí encontrar algo bueno en mi ser, pero al notar por primera vez la pureza de la niña que habitaba en mis recuerdos, una calidez minúscula pero perceptible invadió mis entrañas dándome la primera señal de esperanza hacia una posible reconstrucción de mi resquebrajado interior.



Banda de sonido: The darkside - Us3

9 comentarios:

  1. Me gusta Marcelo.
    Bah, me gustan las personas que no pierden la esperanza, la fe en uno.
    Y aparte porque mal que mal está ahí para ayudar.

    (Dicho sea de paso, me gustó la música)

    ¡Saludos!
    Chicapentaprisma

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  2. Sobre Marcelo: sin palabras. Imagino que, a pesar de que lo alejaras (lo cual es bastante lógico por cómo estabas), seguramente te ayudaba su sola presencia, saber que alguien se preocupaba por vos y estaba ahí para cuidarte.
    ¡Qué difícil! Sigo pensando que es imposible imaginar, siquiera conjeturar lo que podés haber sentido...

    Sigo atenta.

    Saludos!!!

    Pd. Si, "falté" ayer, no estaba de ánimos.

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  3. Vuelvo a escribir, porque el Pd. suena serio y nada que ver :P.
    En realidad me halaga que notes mi ausencia o que la extrañes.

    :D

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  4. Me sumo al comentario de Madie: no puedo ni imaginar como debe haber sido tu situación. Es difícil ponerse en el lugar del otro. Te sigo leyendo.

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  5. Acabo de entrar a tu blog. Siempre que miraba peliculas donde una persona perdía la memoria trataba de imaginarme la sensación que sería no recordar nada de nada. Me ponía pensar como puede ser que te acuerdes las palabras, saber donde estas y todo eso y no recordar el pasado.
    Te sigo leyendo, besos!

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  6. Qué bonita tu reflexión, la parte final me dejó "uauu" como dicen las reacciones del blog, jeje. Me gusta tu forma de escribir :)

    Sol


    (en respuesta a tu comentario en el blog, no nacemos complicadas, todavía trato de descifrar qué es lo que nos convierte en seres tan extraños e incapaces de relacionarse normalmente)

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  7. Luna me es bastante dificil leerte sin hacer un paralelo con una historia personal.

    Del 2004 al 2006 fui el Marcelo de mi papa, todo lo q describis, cada cosa (con sus matices) m transporta a uno de esos momentos dificiles, en q una, por mas imposible q parezca, y por mas que muchas veces crea no saber de donde sacar mas fuerzas, sigue firme, sigue para adelante, de fierro, acompañando.

    La reconstruccion de una persona, no es sencilla, de hecho tengo la firme conviccion, de q el papa q m dejo el 11 d marzo de 2004 nunca volvera. Aun asi, lo tengo conmigo, parte por su voluntad, y parte como regalo -regalo mayor- por haber puesto todos los pingos en la cancha cdo fue necesario.

    Te aplaudo de pie, y t sigo leyendo, aunq a veces m dejes muda, hoy pude comunicar.

    Un beso enorme!

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  8. Penta, me alegro que escuches la música!!! Nunca sé si alguien lo hace y para mí es parte fundamental del texto.

    Madie, el halago es mío por tu visita diaria (ojo, que tenés una falta en el boletín!!! je)

    Soli, muy difícil!! Gracias por estar siempre.

    Mujer, así es, gracias por leerme.

    Me case, me alegro pero no creas que la oscuridad es mala de por sí...

    Sol (Ahorrame), mil gracias por tus palabras!!! Me encanta que te produzca eso.

    Andreita, que fuerte lo que me contás, por un lado me alegra que lo que cuento te transporte a una situación personal de tu vida y por otro me da pena que sea algo duro, pero bueno, la vida es así, no? Gracias por animarte a escribir!!!

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